Las medida fueron impulsadas por el Ejecutivo en respuesta al complejo escenario macroeconómico nacional, marcado por la caída del consumo, la baja en la recaudación local y el recorte de fondos por parte del Gobierno Nacional.

En este contexto, Gustavo Barrera decretó la reestructuración y ayer mismo el Honorable Concejo Deliberante, en sesión ordinaria y por unanimidad, avaló las medidas de control exhaustivo y reducción de gastos.

Desde el bloque oficialista se remarcó que el objetivo es claro: preservar y fortalecer la inversión en áreas prioritarias como Salud, Seguridad, Educación y Desarrollo Social, frente a un escenario de creciente demanda y recursos limitados.

Durante el debate, el concejal Martín Arguiñarena propuso que “como concejales tenemos que acompañar este esfuerzo y congelar nuestras dietas”, algo que había pedido el Intendente. Su par Jorge Mauro destacó que “no se va a cesar a ningún trabajador”, mientras que la concejala Gabriela Carignano advirtió que “esta recesión se va a seguir profundizando”, por lo que consideró fundamental “defender el rol del Estado local”.