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15-08-2019

UN ARTISTA CON HISTORIAS PARA CONTAR DE ARGENTINA Y LATINOAMÉRICA

Eduardo Molina vive en Villa Gesell y es un cantor. Es integrante del Quinteto Tiempo que se presenta en la Casa de la Cultura este sábado 17 de Agosto a las 20:30 con entrada gratuita.

Es un músico con una intensa voz que ama el folclore y lo difunde con sus relatos. Hoy es un hombre de pelo blanco, que pisa los setenta, pero de aspecto joven. Recorre Villa Gesell en bicicleta que lleva detrás un canasto con sus herramientas de trabajo. Es cocinero y es un recitador de la cotidianeidad porque su estilo es contar anécdotas, leer libros de poesías y de relatos telúricos. Hasta cuando pide un mate o un vino lo hace en prosa.

“Venía a Villa Gesell desde hace mucho tiempo, en los veranos, a trabajar de cocinero en el restaurante del viejo balneario Kontiki, en el Paseo 115 y playa hasta que, hace 10 años, me quedé a vivir y viajo cada vez que tengo que ensayar con el quinteto. Nací en los Toldos, viví en la Plata y también en Buenos Aires en el barrio de Almagro, cerca del Mercado del Abasto”.

Eduardo es un artista al que hay que aprovechar en Villa Gesell para charlar, escuchar sus relatos, sus opiniones, lo que tiene para decir porque es un “decidor” de historias.

Todas las tardes entre las 18 y las 20 en “Tiempos de Radio” por FM Impacto invita a los oyentes a la “Pulpería”, un espacio cultural argentino con poesía y relatos de gauchos y chinas enamoradizas.

“Hace rato que quería venir a cantar a Villa Gesell, vinimos muchas veces a los Encuentros Corales en algunos veranos. En esta oportunidad hubo un acompañamiento de mi compañero de la radio que nos impulsó a venir y logró el contacto. Creo que va a estar lindo”

50 AÑOS RECORRIDOS CON LA MÚSICA

En 1966 en la ciudad de la Plata junto a su amigo de la niñez, Alejandro Jáuregui y a otro residente de Villa Gesell, el médico Miguel Ángel Coloma, Sara Masi y Guillermo Masi, integraron la primera formación del Quinteto Vocal Tiempo dirigidos por el maestro Jorge Cumbo, por entonces, un reconocido músico platense.

La primera actuación fue un domingo de Agosto de 1966, en el Auditorio de LS11 Radio Provincia de Buenos Aires, en el programa “Mañanitas Camperas” que conducía el locutor Mario Jorge Acuña, con público. Así se dieron a conocer.

Luego actuaron en universidades y otras instituciones platenses y de la Provincia de Bs. As.: Dolores, Chascomús, Brandsen, Magdalena, Berisso, Ensenada, contratados por la Dirección de Cultura de Bs. As.
“Así fue, nacimos en la Plata, en la Escuela de Bellas Artes en 1966. Éramos dos amigos de la escuela Alejandro Jáuregui y ahí también estaba el doctor Miguel Coloma, él es también uno de los fundadores del quinteto. Ahí comenzamos a cantar porque fuimos parte del coro de Bellas Artes”, cuenta con voz clara y sólida Eduardo Molina.

Con el tiempo y canciones a cuestas se adhirieron al Movimiento del Nuevo Cancionero, liderado por Armando Tejada Gómez y Mercedes Sosa, participaron en El Chasqui, un espectáculo realizado por Armando Tejada Gómez en el estadio del Club Atlético Huracán en Buenos Aires.

Eduardo atravesó la mitad de la década del sesenta con su arte, supo asimilar los cambios culturales de esa época convulsionada por procesos revolucionarios en gestación.
En Buenos Aires, algunas actuaciones marcaron el inicio de su proyección profesional: La Peña de Fanny, El Alero de los Hnos. Abalos y El Hormiguero, afamados escenarios del canto y el baile folklóricos.

En enero de 1969 se presentaron en el Festival de Cosquín, el más importante de la música folklórica de Argentina. Cómo Quinteto Vocal Tiempo no grabaron ningún álbum propio. Su primera grabación fue en el álbum Promoción 69 del mismo año junto a otras figuras destacadas del Festival de Cosquín de ese año. En 1970 grabaron su primer simple, para el sello Musicamundo, con los temas "La raíz de tu grito" y "Te recuerdo Amanda" de Víctor Jara. Ese mismo año graban "Canción con todos" junto a César Isella.

“Hacemos música popular latinoamericana en general. Comenzamos con folclore de nuestro país, pero fuimos, sin dejar de hurgar en los ritmos argentinos, incorporamos música de otros países a los que conocimos cuando viajamos. En el 1972 ingresó el último integrante que todavía está con nosotros, el tenor Antonio Suarez”.

Durante los años oscuros de la dictadura el Quinteto Tiempo se autoexilió, se quedaron en el país a sobrevivir como pudieron, pero también viajaron por Europa y Latinoamérica. Registraron una actuación en Finlandia para grabar un disco.

Hubo un momento en el que los confundieron con chilenos, porque habían cantado frente a Salvador Allende en la Casa de Gobierno de Chile. La invitación provino de los Quilapayún por el cumpleaños del ex –estadista chileno. Eduardo acumula historias como estas como canas en su cabello Estuvo en Panamá dos meses antes de la invasión de Estados Unidos, actuaron escuelas, universidades y teatros de El Salvador, incluso durante la guerra.

En 1972 y siguientes editaron una seguidilla de discos por EMI-Odeón (uno por año, antes de la dictadura) hasta que en 1976 cayeron en las redes del Operativo Claridad. Después del golpe los tres discos fueron a parar al museo de “la subversión”, los dejaban cantar poco y, cuando podían, solían llegar amenazas de bomba.

El quinteto Tiempo actuó junto a Mercedes Sosa, en La Plata, luego se embarcaron en una heroica gira con “la negra”. En esa gira llegaron a Pinamar donde no pudieron actuar porque faltaba una canilla del baño, una excusa para prohibirlos. 

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