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02-02-2018

CARLOS RODRÍGUEZ: LA HISTORIA CULTURAL GESELINA EN PRIMERA PERSONA

Llegó hace 34 años seducido por el proyecto de crear el Museo de una ciudad, que apenas aprendía a dar sus primeros pasos. En aquel agosto del ‘84, arribaba a Villa Gesell un joven que, junto a otros, se convertiría en uno de los protagonistas de la historia cultural, en un lugar ícono para muchas expresiones artísticas a nivel país. Tras haber decidido jubilarse, el pasado 31 de enero, en su último día como Secretario de Cultura, Educación y Deportes, Rodríguez reflexionó sobre su paso por la función pública y de cómo ve el futuro del arte en nuestra ciudad.

Carlitos; como le llaman quienes lo conocen; ha sabido ganarse el cariño de Villa Gesell. Quién diría que tras aquella modestia que lo caracteriza, está un experto con todas las letras: Doctor en Historia del Arte de la Universidad de Buenos Aires, Museólogo y Docente Universitario. “Un bicho académico” como él mismo se define.

Nos recibió en su austera oficina en Casa de la Cultura, donde tras abrir la puerta uno se encuentra con cuadros de los pintores Brocos, Arrigoni y Salzman. Detrás del escritorio, la Bandera Argentina y de la Provincia de Buenos Aires, flanquean la fotografía de Don Carlos Idaho Gesell y Doña Emilia.

-¿De dónde viene Carlos Rodríguez?

Nací en Lomas de Zamora, y luego me fui a vivir a Capital. Estudié en la UBA, tengo la vieja licenciatura de “Historia del Arte” con la extensión en Museología, que fue a lo que me dediqué en el trabajo, porque siempre en lo académico fui profesor.

-Con una carrera ya instaurada en Buenos Aires ¿Cómo fue dar ese paso para venir a Villa Gesell?

Llegué por la invitación de Oscar Brocos. A mí me seduce mucho, y no me equivoqué, la posibilidad de hacer de la nada. Hacer un Museo primero logrando la concientización de la gente, explicarles por qué era importante un Museo, recolectar los datos.

-Ha sido funcionario de gobiernos ideológicamente opuestos ¿cómo fue abrirse espacio?

Las veces que ocupé cargos directivos nunca me condicionaron, y pude defender, a veces fervorosamente, mi proyecto. En esta última etapa, el Dr. Barrera me convoca y su mandato más importante fue “abra cultura”, lo que significaba recuperar mucha gente valiosa. Me pidió no hacer partidismo, sino hacer política cultural. Por eso para mí fue un gran placer trabajar con Gustavo Barrera, por que es un Intendente que siempre apoyó la gestión. Si bien hubieron varios logros en los que estuve como Secretario, esos logros se pudieron concretar porque tuve un Intendente que me dijo que sí. Proyectos como la Fototeca, La Orquesta Infanto Juvenil con la EMO, modernizar y reabrir una gran cantidad de talleres y convocar a mucha gente, todo eso se hizo por que el Intendente creyó que la única manera real para transitar estos momentos de crisis, es a través de la cultura, la educación y el deporte.

-Mirando un poco hacia atrás ¿Qué queda de la Villa Gesell de antes?

El espíritu es el mismo. El espíritu geselino sigue estando con las calles de tierra, en los encuentros en la playa. No serán los mismos “jóvenes viejos” como se llamó la famosa película de Rodolfo kuhn, pero hay hijos, hay nietos, hay bisnietos que vuelven a Gesell. El largometraje “Los inconstantes” (1963), fue la película que marcó una giro en el rumbo y en el imaginario de lo que era Villa Gesell en la sociedad, este lugar era el paraíso de los jóvenes, no fue un nombre puesto al azar. Todo ese mito sigue estando, por ejemplo las localidades del sur, pueden estar emulando a la Vieja Gesell. Hay un movimiento muy importante que llevó adelante lo que hoy es la Casa de la Cultura de Mar Azul, que la crea Gustavo Barrera con Nany Cogorno al frente. Mar azul es como una reencarnación de los los Años Dorados de la ciudad en ese periodo.

-¿Qué proyectos deja para la Gesell cultural en un futuro?

Hay un proyecto que se está dibujando en la Secretaría de Planeamiento bajo la dirección del Arq. Gerardo Galli, cuyo diseñador es el Arq. Daniel Africano, que aunque no se va a realizar de la noche a la mañana, tiene una proyección importantísima para la ciudad y va a ser un ícono muy grande de la gestión Barrera.

 

Carlos Manuel Rodríguez, aseguró además sentirse satisfecho por dejar un gran equipo de trabajo en la Secretaría de Cultura, Educación y Deportes, que lo fue esculpiendo con años de trabajo. Quiere cerrar el círculo y regresar al punto de partida que en sus inicios como profesional, lo encontró impartiendo la docencia en los salones de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, pero esta vez, más apegado a los talleres, seminarios y trabajos de investigación. Prometió además, quedarse cerca de nosotros. Una promesa que Villa Gesell, quiere que así sea.
  

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