La segunda noche de la gran Semana del Mar, una celebración que nació por iniciativa del Intendente Gustavo Barrera, tuvo uno de los puntos más altos.

Los locales gastronómicos a pleno, la gente colmó los más de doscientos metros de atractivos presentados en los stands. Este domingo 6 de diciembre, el folklore se adueñó del escenario y le puso magia a la noche.
Turistas y vecinos armaron una improvisada pista de baile al pie del escenario al ritmo del chamamé.

Cerca de las 22.30hs, un sapucay hizo que la noche se pusiera más linda, más argentina. Antonio Tarragó Ros contagió la emoción que trasmite su bandoneón.
Habló de Gesell, de Don Carlos y dejó un tendal de éxitos que transportaron al público al corazón más profundo de la música argentina.

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